mas allá de la muerte

Descifro en lontananza tu figura,

inequívoca estrella no apagada;

vendrás, debilidad transfigurada

y luz nueva, a romper mi noche oscura.


Dulce madre, hallarás mucha amargura

que me dejó tu muerte inesperada.

Del recuerdo...;lloró hasta mi almohada;

endúlzame este llanto en tu ternura.


¿Qué es morir? Ya de niño me hice esta

pregunta tantas veces como tiene

capacidad de noche la alegría,

y voy hallando ahora la respuesta

que de tu mundo como luz me viene

a hombros de tu sombra hacia la mía.



A hombros de tu sombra hacia la mía

llegando están pisadas de sendero

que me confirman lo que sé y espero:

quedamente te acercas cada día.


Cuando en tu seno estaba yo, te oía,

percibía a mi modo tus "te quiero",

tus risas y tu llanto..., ahora me muero

por saber de tu pena o tu alegría.


Aunque tu muerte consta, yo te siento

viva dentro de mí; ¿te das tú cuenta?

¿Percibes mi gemido y mi lamento,

mis "te quiero" y mi voz? ¿No te atormenta

la continua agonía, el sentimiento

de ese inmenso silencio que te ausenta?


Ese inmenso silencio en el que, ausente,

sigues dando un sentido a nuestra vida,

que no es tener, es ser y la intuida

victoria liminal sobre la muerte.


Te vi más de una vez estremecerte,

más de una vez te he visto estremecida,

luchando esa batalla muerte-vida

sabiendo que la vida es más fuerte.


Por eso en tus labios la sonrisa

me auguró, más allá de la derrota,

una fuerza -al morir- que transfigura,


una fuerza tenaz que no se agota

y entre los besos de la dulce brisa

descifro en lontananza tu figura.


Eusebio Pinar Royo

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